Contrabando de café: del romanticismo a la supervivencia

–Yo empecé con 16 años, en el 63. –Yo, con 20 años, ya tenía un niño. Tenía que ir camino a Portugal para darle de comer a mi familia. Era lo normal en la época. En el barrio, de 100 hombres que hubiese, 98 o 99 íbamos a Portugal a cargar. Todas las familias vivían de eso. Kin (1947) y Quini (1945) son quienes hablan. Francisco y Joaquín, aunque nadie los conoce por sus nombres. El barrio es La Cañada-Las Moreras, de Badajoz, pero eso solo es un nombre oficial. Para ellos es La Cañá, con esa tilde que acentúan con tanta fuerza.

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